Los regalos de Reyes no sólo son un regalo material. Estas Navidades he podido comprobar que también ofrecen algo intangible. Los regalos de Reyes dicen mucho sobre mi paso por este 2016 año.
Tras observarlos detenidamente he llegado a la conclusión de que las personas que me quieren desean que tenga un vida un poco más tranquila y con mejor salud.
Esto lo he pensado cuando el primero que abrí fue un pastillero para guardar las pastillas de toda la semana de la tensión, entiendo que mi familia no cree que esta subida de tensión emocional que he sufrido vuelva, algún día, a normalizarse.
También me regalaron primero una caja, ¡oye muy bonita!, de metal, y dentro un montón de tiritas (esto ya me asustó un poco) pero que luego matizó mi cuñada diciéndome que eran para meter los rotuladores, que también me habían regalado los reyes, con los pintar en una libreta con animalitos y muchas formas llamadas mandalas. Lo mejor fue la frase que me dijo mientras lo mira con cara de yo no tengo tiempo para esto: dicen que esto relaja.
Luego me regalaron utensilios para la cocina, porque saben que cocinar me relaja y no querían que la espátula chuchurría que tengo y otros utensilios fueran el motivo para no cocinar.
También una licuadora, para hacer zumos con el siguiente mensaje: es que tienes que tomar vitaminas porque te vemos muy delgada y no queremos que caigas enferma.
Y ya lo que terminó de aclararme que tenía que hacer una buena lectura de los regalos es cuando pedí a los Reyes que le regalaran a mi marido un masaje de 90 minutos, pero en pareja. ¡Porque yo también lo necesito!. Un regalo boomerang, vamos.
Así que todo esto me ha llevado a recuperar un libro que leí hace tiempo, que me encantó sobre el cerebro: entrena tu cerebro, de Marta Romo.
En uno de sus primeros capítulos habla de las ondas que emiten nuestro cerebro. Ella dice que el cerebro es el único órgano del cuerpo que no se desgasta, y que podemos entrenarlo cada día. Que es importante saber que son 5 ondas principales las que emite nuestro cerebro ya que los investigadores dicen que nuestro estado psicológico interno están asociados a una determinada actividad cerebral.
Las ondas que emitimos son:
Las Betha: estas ondas están asociadas a los estados de alerta. Ahora estáis emitiendo ondas Betha, mientras leéis mi artículo. Se activan cuando estamos activos, en el trabajo o con la atención puesta en el exterior, y potencian nuestro nivel de estrés.
Las Gamma: son las ondas de la creatividad y la intuición. Se dan en momentos de máxima concentración y cuando venimos de un estado de tranquilidad, estado que emite ondas Alfa.
Las Alfa: se producen cuando la atención de nuestro cerebro va hacia nuestro interior, cuando no está en lo que ocurre en exterior, cuando cerramos los ojos, nos relajamos y pensamos en futuro. Por ejemplo, pensar en lo que vais a hacer cuando terminéis de leerme las activa.
Las Theta: son las que aparecen cuando nos vamos a dormir.
Las Delta: son las del sueño profundo.
Lo importante es saber que nuestro cerebro expulsa estas ondas cerebrales constantemente y cuando las ondas cerebrales están alineadas con lo que estamos haciendo es cuando surgen los momento de lucidez.
El estrés, la ansiedad, las discusiones es por una mala combinación de las ondas cerebrales, o por no saber pasar de unas a otras con fluidez.
¿Cómo podemos provocar estas ondas, y que debemos tener en nuestro día a día?. Principalmente saber transitar por todas ellas y no quedarnos enganchados en una llevando a cabo actividades como:
No hacer nada;relajarse.
Teniendo una actividad contemplativa; meditar.
Estando en conexión; conversar con amigos.
Jugar; dar rienda suelta a la creatividad.
Ejercicio físico
Hacer; que viene a ser trabajar, cumplir objetivos
Dormir
Es decir, que uno NO puede estar todo el día emitiendo las mismas ondas cerebrales. Uno NO puede estar en el estado de alerta que requiere el trabajo tooooooodo el tiempo.
Creo que mis familiares me han visto durante este año metida en los proyectos más horas de las que debía y por eso me han invitado a emitir otro tipo de ondas cerebrales a través de sus regalos.
*Recomendación de lectura; Entrena tu cerebro, de Marta Romo.